Descripción
El método no es absolutamente original, pero Faulkner le infunde una intensidad que es casi intolerable. Una infinita descomposición, una infinita y negra carnalidad hay en este libro de Faulkner. El teatro es el estado de Mississippi: los héroes, los hombres desintegrados por la envidia, por el alcohol, por la soledad, por las erosiones del odio. íAbsalón, Absalón! es comparable a El ruido y la furia. No se me ocurre un elogio mayor.
JORGE LUIS BORGES
La noche del 31 de enero de 1936 William Faulkner fechó la última página del manuscrito de íAbsalón, Absalón!, en su casa de Rowan Oak, en Oxford, Mississippi. No hay testimonios sobre su estado de ánimo en ese momento, pero no nos cuesta nada imaginar la extenuación y la felicidad, el repentino vacío, el estupor incrédulo de haber terminado. Vería las páginas, el escritorio, la habitación en la que se había quedado trabajando hasta tarde, tras una niebla de ligero mareo, de humo de tabaco y alcohol. Tenía menos de cuarenta años y estaba aposentado en el centro de su vida y en la cima de su talento.
ANTONIO MUÑOZ MOLINA
Cualquiera que tenga curiosidad por la novela del siglo XX en cualquier idioma tiene la obligación de leer a William Faulkner. Su nombre, que han pronunciado bien alto autores como Cabrera Infante, García Márquez, Onetti, Rulfo, Vargas Llosa, Borges o Juan Benet, no debería estar nunca entre paréntesis, como pretenden algunas escuelas de las grandes universidades norteamericanas.
JAVIER MARÍAS
El vínculo entre Cervantes y Faulkner se encuentra en que los dos añaden algo al mundo, ilustran nuestro espíritu, al convertir los mundos ocultos en mundos liberados: Faulkner mediante la conciencia trágica del dolor y Cervantes mediante la comedia y la idea de que el hombre prevalecerá.
CARLOS FUENTES
íAbsalón, Absalón! es quizá, para mí, la obra maestra de Faulkner.
JUAN BENET
Valoraciones
No hay valoraciones aún.